Estudio de
caso 2: Kosovo (1989–2002)
Causas del
conflicto
°
Aumento del nacionalismo albanés
Kosovo es una región situada al sur de
Serbia, en la península de los Balcanes. Su capital es Priština. Disfrutó de un
estatuto de autonomía desde 1946 hasta 1989. Cuenta con unos dos millones de
habitantes (el 90% albaneses y cerca del 6% serbio) que entre 1998-1999 fue el
escenario de combates entre la guerrilla separatista del Ejército de Liberación
de Kosovo (UCK) contra el Ejército y la policía yugoslavos que culminaron en un
bombardeo masivo de Yugoslavia a manos de la OTAN.
La soberanía y
el control de la provincia de Kosovo han enfrentado durante generaciones a
serbios y albaneses. Esta realidad actual es la consecuencia de un proceso
histórico de enfrentamientos que se remontan a los siglos XIII y XIV. La
historia de este territorio es un foco de controversia entre las dos
comunidades. Para cada una de las dos partes la historia es muy diferente, ya
que es precisamente la historia la que justifica los deseos de independencia de
los albaneses de Kosovo, que reivindican la unidad de la nación albanesa
(Kosovo, Macedonia y Albania), y la voluntad de control de este territorio,
cuna de la nación y la iglesia ortodoxa serbia, por parte del poder en Belgrado
y de los serbios de Kosovo.
Para los
serbios, Kosovo tiene más importancia simbólica y religiosa que estratégica, es
la cuna de la nación serbia, el emplazamiento del patriarcado ortodoxo serbio,
fundado en 1346. La iglesia más importante para la fe ortodoxa serbia se
encuentra en la ciudad de Pec/Peja.
Los albaneses de
Kosovo también tienen fuertes lazos emocionales e históricos. Como
descendientes de los ilirianos (2000 años a. C.), se reivindican como el pueblo
más antiguo de los Balcanes y los pobladores originales de Kosovo. Esta versión
es frontalmente rechazada por los serbios, que dicen que los albaneses
musulmanes llegaron a Kosovo durante la dominación del Imperio otomano
(1459-1912) provenientes de la actual Albania. Durante la dominación turca
muchos serbios abandonaron la provincia después de diversas revueltas fallidas.
Existen dos teorías sobre el origen de los albaneses:
La hipótesis iliria.- Los albaneses se
consideran descendientes directos de los Ilirios, pueblo que habitó
originariamente los Balcanes. Los partidarios de esta teoría aún hoy discuten
si procedían de los Dacios (que ocupaban la parte occidental de la península
balcánica) o bien de los Tracios (que ocupaban la parte oriental de la misma),
en todo caso habrían habitado estos territorios antes de la llegada de los
Indo-europeos. Según esta hipótesis la “Iliria romana” incluía Eslovenia,
Croacia, Bosnia y gran parte de Serbia, Macedonia y norte de Grecia. A partir
de las invasiones eslavas del siglo VI DC los albaneses fueron empujados a las
zonas que actualmente ocupan, es decir: Albania propiamente dicha, Macedonia,
Serbia y Montenegro.
La hipótesis caucásica.- Para los
serbios y otros pueblos eslavos, los albaneses fueron importados en masa desde
el Cáucaso por los Turcos Otomanos. El sentir serbio podría traducirse con la
siguiente pregunta ¿Por qué estos musulmanes extranjeros, que han llegado a la
“antigua Serbia”- corazón histórico de nuestra nación- hace sólo trescientos
años, han de tener aquí su autonomía.
Después de la
Primera Guerra Balcánica de 1912, Kosovo fue internacionalmente reconocido como
parte del Reino de Serbia, y Metohija se convirtió en parte del Reino de Montenegro
según el Tratado de Londres, firmado el año siguiente. Su integración a Serbia
provocó un fuerte cambio demográfico: miles de familias albanesas se
trasladaron al nuevo Estado-nación de Albania, mientras las nuevas autoridades
fomentaban un plan de colonización serbia y procedimientos de limpieza étnica,
que incluyeron matanzas de albaneses.
El estallido de
la Primera Guerra Mundial generaría una oportunidad para los albaneses de
recuperar parte de su autonomía, aliándose algunos de sus jefes a las tropas de
Austria-Hungría y del Reino de Bulgaria, que obligaron a a retirarse a las
fuerzas serbias entre 1914 y 1915; sin embargo, la intervención de los
ejércitos de la Triple Entente abocó en la derrota de los Imperios Centrales y
la victoria serbia.
Proceso histórico
En 1918, con el
fin de la Gran Guerra, Montenegro fue absorbido por Serbia y posteriormente
este país se unificaría con los territorios formados tras la desintegración del
Imperio austrohúngaro, naciendo así el Reino de los Serbios, Croatas y
Eslovenos, que adquiriría en 1929 el nombre de Reino de Yugoslavia. Kosovo fue
dividido en diversas administraciones menores y la persecución de albaneses
continuó, negándoles estatus de minoría al considerarlos
"secesionistas". Hacia 1921, grupos albanokosovares denunciaron los
asesinatos masivos ante la Sociedad de Naciones, solicitando la unificación del
territorio con Albania, lo que fue denegado. En tanto, cientos de miles de
albaneses huyeron del país, e incluso el gobierno yugoslavo estableció
conversaciones con Turquía para la deportación de 240.000 albanokosovares.
En el marco de
la Segunda Guerra Mundial, los ejércitos de las Potencias del Eje invadieron
Yugoslavia en 1941, desarticulándola en diversos territorios bajo su dominio.
Gran parte de Kosovo fue entregada a la Gran Albania ocupada por la Italia
fascista, el sur quedó bajo la administración del Reino de Bulgaria y el norte
por la Serbia de Nedić. Durante la ocupación, los grupos armados albaneses
locales (llamados Vulnetari) iniciaron una campaña para establecer un
territorio kosovar homogéneamente étnico, para lo cual se realizaron redadas y
deportaciones de eslavos, judíos y gitanos, lo que se incrementaría tras la
capitulación italiana y la ocupación de Albania por la Alemania Nazi en
septiembre de 1943. Se estima que entre 10 000 y 30 000 serbios fueron
asesinados y más de 100 000 huyeron de la zona.
A medida que las
fuerzas del Eje eran doblegadas por los Aliados, aumentó la resistencia
albanesa a la ocupación y comenzaron a desplazar a las fuerzas alemanas. Sin
embargo, el estatus de Kosovo fue motivo de enfrentamiento entre los
nacionalistas y partisanos comunistas: mientras los primeros esperaban que una
vez finalizado el conflicto, Kosovo permanecería en Albania, los segundos
esperaban que, una vez liberada y rearticulada Yugoslavia, esta cedería el
territorio de forma pacífica. La victoria de los partisanos y su apoyo a las
tropas yugoslavas de Josip Broz Tito finalmente decidió la permanencia de
Kosovo en la recién formada República Democrática Federal de Yugoslavia en
1946.
En 1946, y como
recompensa por el apoyo a la liberación yugoslava, el régimen de Tito creó una
división política para Kosovo por primera vez desde el fin de la dominación
otomana. En la nueva República Federal Popular de Yugoslavia, se formó el Área
autónoma de Kosovo y Metohija, que pertenecía administrativamente a la
República Socialista de Serbia, con ciertos grados de autonomía, y que en 1963
obtendría la calidad de provincia. En el marco de las políticas de Tito de
"hermandad y unidad", la autonomía de las diferentes etnias aumentó
durante los años 1970, reduciendo el poder de los serbios con el fin de evitar
el secesionismo.
Esto se
concertaría en 1974 con la nueva constitución de la República Federal Socialista
de Yugoslavia, que daría origen a la Provincia autónoma socialista de Kosovo.
Con esta autonomía, las escuelas fueron capaces de aplicar un plan de estudios
en idioma albanés, el gobierno local pasó a manos de la comunidad albanokosovar
y uno de sus miembros integró el Consejo Federal del país con capacidad de
veto, igualando su estatus al de los representantes de la RS de Serbia, pese a
que aún permanecía administrativamente bajo su alero.
El aumento de la
autonomía de Kosovo en favor de los albaneses generó roces con la comunidad
serbia, que aún formaba parte importante de la región y que se sentía
discriminada. Además, la población kosovar cada vez era más albanesa debido a
las altas tasas de natalidad de los albaneses en comparación con los serbios. Al
morir Tito en 1980, las tensiones étnicas se acrecentaron en toda Yugoslavia y
especialmente en Kosovo. Mientras los albaneses hacían protestas para obtener
el estatus de república y su secesión de la RS de Serbia, los serbios
reclamaban más derechos contra la discriminación y la violencia étnica.
El nacionalismo albanés es un grupo de
ideas y conceptos generales entre los albaneses étnicos. Se forma cuando en el siglo XIII, cuando los turcos derrotaron a los
serbios, los desplazaron hacia el norte e islamizaron la región. El control del
área lo dejaron en manos de los albaneses.
Desde entonces
los serbios consideran a Kosovo como el lugar donde se forjó, a partir de esa
derrota, su conciencia nacional. Este final le dio el impulso necesario al nacionalismo
en Albania con la creación de la Liga de Prizren en 1878 cuya intención era
mantener al pueblo albanés unido en un solo Estado, haciendo frente a las
diversas particiones de las tierras albanesas.
La Liga para la
Defensa de los Derechos de la Nación Albanesa, corrientemente denominada Liga
de Prizren fue una organización política
albanesa fundada el 10 de junio de 1878 en la provincia (valiato) de Kosovo del
Imperio Otomano.
La agitación nacionalista creció en Kosovo
durante la década de 1980. En la primavera de 1981, los albaneses promovieron
manifestaciones exigiendo que se otorgara a Kosovo el rango de una república
federada yugoslava plena. Los mítines fueron reprimidos violentamente por el
Ejército y la policía serbia y decenas, quizás cientos, de albano-kosovares
(habitantes de Kosovo de etnia albanesa) fueron asesinados. Los serbios que
vivían en Kosovo denunciaron, por su parte, que estaban siendo maltratados por
la mayoría albanesa. Kosovo, así como la parte occidental de Macedonia y
Albania quedaron bajo el dominio de Italia. Fue devuelta a Yugoslavia después
de la II Guerra Mundial. La Constitución yugoslava de 1946 otorgaba a la región
un rango de autonomía dentro de Serbia
La autonomía de
Kosovo, que se vio reducida por la Constitución yugoslava de 1963, fue
posteriormente ampliada con nuevas enmiendas. En 1974, una nueva Constitución
elevó a Kosovo a la categoría de provincia constituyente. Aunque quedó
oficialmente integrada dentro de Serbia, funcionó virtualmente como una república
yugoslava de pleno derecho, con su propia representación en la presidencia
colectiva de ocho miembros de la Federación.
El presidente de
Serbia, Slobodan Milosevic, proyectó una revisión constitucional que en 1989
suprimió la autonomía de Kosovo. Los líderes albano-kosovares respondieron
incitando a su pueblo a detener la cooperación con el gobierno de Serbia. En
1990, los dirigentes kosovares promulgaron una “Declaración de Independencia” y
proclamaron de manera unilateral el establecimiento de una “República de
Kosovo”.
El nacionalismo albanés se consolidó
frente al nacionalismo serbio. A nivel institucional, los albaneses optaron por
la estrategia de boicotear la autoridad estatal creando instituciones
paralelas: el 7 de septiembre de 1990, en Kacanik, los delegados del Parlamento
Albanokosovar aprobaron la Constitución que atribuía Kosovo el estatuto de
república independiente. El fin de la guerra en Bosnia y Croacia y la firma de
los acuerdos de paz de Dayton, había dado lecciones a todas las partes. De
algún modo el acuerdo era contradictorio con lo que la comunidad internacional
había sostenido, pero reflejaba la política ambigua que ésta mantuvo sobre
Yugoeslavia desde el comienzo de la desintegración del Estado hasta el
bombardeo de la OTAN [...]. El giro de la situación en Kosovo abrió el camino a
un enfrentamiento armado. El ELK (guerrilla albanesa) llevaba realizando
acciones armadas hasta 1996, sólo había matado a algunos policías serbios. A
partir de fines de 1997, en cada aldea albano-kosovar se creó un núcleo de
milicianos del ELK, cuya misión era impedir los movimientos de la policía
serbia
Fuentes bibliográficas
http://www.solidaritat.ub.edu/observatori/esp/kosovo/analisis/introduccion.htm#into
Las minorías
albanesas pdf
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